Melancolía de la resistencia

Melancolía de la resistencia

Milenio

Columna

La guerra existente entre los laboratorios que desarrollan las vacunas contra el SARS-CoV-2 ha exhibido las miserias de nuestra especie, que no hemos podido superar en milenios de civilización. Los Estados europeos compran, por adelantado, millones de dosis al laboratorio que fabrica la vacuna. El laboratorio hace las primeras entregas y luego anuncia un retraso porque parte de esa producción, ya pagada, se revende clandestinamente a otros países que pagan más. Una parte de las dosis que llegan a los países, que ya tienen sus destinatarios asignados (viejos, enfermos y personal sanitario), es usurpada por políticos locales, jefes de hospital, curas, policías, almacenistas, etc. El gobernante condena esos actos y tranquiliza al pueblo, pero aprovecha la confusión para vacunarse él. La rapiña es general y retrata a nuestra especie