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Columna

Mientras las naciones del mundo cuentan ya con un protocolo de vacunación masiva, la Secretaría de Salud de México se ha colocado en la retaguardia. Bajo el argumento de que “cualquier producto farmacéutico debe cumplir con los más altos estándares de ética y bioseguridad,” el subsecretario Hugo López-Gatell ha cuestionado los contratos de compra anticipada impulsados por la Secretaría de Relaciones Exteriores. Preocupa la descoordinación dentro de la administración de Andrés Manuel López Obrador. Debe reclamarse que no se haya diseñado ya el protocolo de vacunación, así como que la Secretaría de Salud no haya solicitado una partida especial para adquirir los millones de vacunas que se requerirán en México. Sorprende que la partida asignada para la compra de vacunas, prevista por la Cámara de Diputados para el presupuesto de 2021, sea idéntica a la de 2019 cuando el país tendría que invertir 36 mil millones de pesos para contar con dosis suficientes