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Columna

Los médicos utilizan el término exceso de mortalidad para estimar el número de decesos que sobrepasan el promedio esperado para un cierto periodo. La cifra se obtiene al comparar el comportamiento del pasado con los datos del presente. En México, si la COVID-19 no hubiese surgido, entre enero y agosto de 2020 se habrían presentado alrededor de 488 mil decesos. Sin embargo, durante ese periodo, se contabilizaron 673 mil 260 muertes. La diferencia entre la cifra calculada y el número real es de 184 mil 917 personas, la inmensa mayoría, según el Inegi, fueron víctimas del coronavirus. Aunque aún no es posible conocer la cifra final de defunciones, fuentes serias indican que el país podría superar el medio millón de decesos