Feminicidio como privilegio

Reforma

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El caso de Abril Pérez Sagaón es estremecedor, por la forma en que sucedió y porque denunció a su agresor previamente, se pudo evitar su asesinato; de hecho, su ex pareja y principal sospechoso estuvo un tiempo preso por tentativa de asesinato luego de haberla atacado con un bat mientras dormía. Pero al poco tiempo, el juez de control Federico Mosco González reclasificó el delito que se le imputó, por lo que el magistrado Héctor Jiménez López le quitó la prisión preventiva. Juan Carlos García quedó libre hace tres semanas. A Abril la mató seguramente su ex esposo, pero también fue el juez, el magistrado y toda la sociedad que justifica la violencia porque ya no cree en los acuerdos ni en las reglas. Hoy hay un linchamiento mediático en contra de Juan Carlos García, catalogado por una de sus hijas como "sociópata narcisista". Sin embargo, y aunque nos cueste creerlo, García no es un caso especial, es la generalidad en un Estado misógino como es el mexicano