Doble mirada

Milenio

Columna

Lo sucedido en Minatitlán, Ver., donde murieron 13 personas a manos del crimen organizado, es la más reciente tragedia de una violencia incontrolable. Las violencias de diversa índole deberían ser resueltas por las instituciones del Estado, pero el problema es que esas instituciones no tienen la capacidad suficiente para hacerlo. El sistema judicial es poco confiable y el sistema carcelario ineficiente. Además, el país no cuenta con gobernantes a la altura. Mientras el país no construya esa cadena institucional de seguridad y justicia, las intervenciones contra la inseguridad serán insuficientes.